Roma – La Iglesia en Cuba: entre incertidumbres y esperanza
«La incertidumbre sobre el futuro y la esperanza de que tarde o temprano los cambios necesarios lleguen al pueblo cubano» es el escenario que Mons. Álvaro Julio Beyra Luarca, obispo de Bayamo y Manzanillo, Cuba, compartió con la Comunidad Generalicia de las SSpS en Roma, el jueves 4 de mayo.
En una visita «ad limina» en Roma, después de la reunión con el Papa Francisco, el Obispo Álvaro hizo su primera visita a nuestra Casa General, ya que la Comunidad SSpS de Niquero está en su diócesis. Además de pedir más Hermanas, insistió en que Cuba, inmersa en tantos años de comunismo, es un país de misión, donde la catequesis y la evangelización son urgentes.
Según él, desde la visita del Papa a Cuba, la situación de la Iglesia ha mejorado y la persecución ha dado paso a un clima de tolerancia. Aunque todo está todavía controlado por el gobierno, la Iglesia es libre de llevar a cabo sus actividades.
En cuanto a la muerte de Fidel Castro, dijo que no hubo cambios significativos ni idea de lo que ocurrirá en el futuro. La economía del país va mal, sin perspectivas de mejora, lo que significa que especialmente los jóvenes quieren salir de Cuba y buscar una vida mejor en otros países. Este contexto, sumado a la dificultad de asumir compromisos permanentes, hace muy difícil que surjan nuevas vocaciones, dijo el obispo. Por eso la mayoría de los sacerdotes y religiosos de Cuba provienen de otros países.
La ignorancia religiosa, para él, es uno de los grandes desafíos para la Iglesia, ya que el comunismo no fue capaz de tomar la fe del pueblo, pero no permitió el acceso a la educación religiosa. Las abuelas, durante mucho tiempo, sostuvieron la fe enseñando el catecismo a sus nietos, pero la generación actual no recibió nada.
La prioridad de la Iglesia de Cuba hoy es la creación de pequeñas comunidades de vida cristiana donde los católicos puedan reunirse en las casas para celebrar y profundizar la fe, ya que hay pocas iglesias en el país. La presencia de las Hermanas, según el obispo, es muy apreciada por el pueblo y la necesidad de formación de líderes cristianos los hace muy bienvenidos a la Iglesia de Cuba.