Compartir de la Fe – 24 de enero
Marcos 3, 22-30
Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios». Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: «¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas, no puede subsistir y una familia dividida, tampoco puede subsistir. Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llega a su fin. Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.
Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de ese pecado para siempre».
Jesús dijo esto porque ellos decían: «Está poseído por un espíritu impuro».
Se te ha confiado una tarea difícil, pero no te desanimes, Dios te ha designado. Cuando Dios nos impone un oficio, también nos da la gracia y la fuerza necesarias para poder administrarlo de acuerdo con su santa voluntad. Quieres olvidarte de ti misma para servir a las hermanas. El oficio de una coordinadora, de hecho, exige sacrificio, especialmente si la comunidad es grande. Al igual que San Francisco de Sales, hagamos de este nuestro principio constante y tratemos de regular nuestras acciones, incluso nuestros deseos y aspiraciones de acuerdo a: a Dios el Honor, a nuestro prójimo, el beneficio y a nosotras mismas la carga. (Madre María, Carta a la Hna. Andrea – 1895)
Reflexión Personal
1. ¿Qué sentimientos hay en tu corazón al comenzar este día?
2. ¿Qué palabra, frase o actitud me toca esta mañana? ¿Qué me dicen estas lecturas?
3. ¿Qué gracia deseas implorar hoy?