Compartir de la Fe – 21 de enero
Marcos 3, 13-19
Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que Él quiso. Ellos fueron hacia Él, y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios.
Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
«Así como Jesús el buen Pastor y Dios Espíritu Santo, nunca nos priva de su Amor Divino hacia nosotras, así debemos amar a nuestro prójimo, sobre todo, a nuestras hermanas y a aquellos cuya salvación hemos sido llamados a trabajar» (Const. SSpS 1891).
«Dondequiera que estemos somos conscientes de nuestra condición de misioneras. Tratamos de despertar en otros su responsabilidad misionera en la Iglesia Universal.
La preparación para el servicio misionero es una característica esencial de nuestra vocación.» (Const. SSpS 104).
Reflexión Personal
1. ¿Qué sentimientos hay en tu corazón al comenzar este día?
2. ¿Qué te pide Jesús en este momento como misionera, enviada para proclamar su Buena Nueva?
3 ¿Qué gracia deseas implorar en este día?