En comunión con las víctimas de la trata de personas
Día 8 – Novena de Navidad
Oh Emmanuel, nuestro Rey y Dador de la Ley: ven a salvarnos, Señor nuestro Dios!
El tráfico humano es un problema mundial que destruye la dignidad humana. Dios nos enseña a que debemos amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Este es un gran desafío que nuestra Iglesia enfrenta en la actualidad. Como mujeres proféticas estamos llamadas a proteger los derechos de los demás, especialmente nuestros hermanos y hermanas que no tienen poder para defenderse. Ante esta realidad, somos invitadas por el Papa Francisco a imitar al Buen Samaritano, quien es capaz de tomarse tiempo para sentir y escuchar el grito de nuestros hermanos y hermanas que encontramos en la realidad de la vida.
En nuestra oración hoy unámonos a nuestros hermanos y hermanas esclavizados en el tráfico humano.
HISTORIA DE ADOLFINA ABUK
Los datos recientes han demostrado que aproximadamente cuarenta (40) mujeres jóvenes fueron traficadas desde el pueblo de Kota Foun a Malasia. Hasta ahora sus familiares no tienen contacto con ellas. No saben dónde están. Adolfina Abuk es una de las víctimas del tráfico humano de la aldea de Kota Foun. Ella tenía 30 años de edad. En noviembre de 2013, Adolfina Abuk, fue reclutada por un hombre cuyo nombre es John Pandie y ayudado por Goris Usboko. Trajeron a Adolfina al funcionario legal BIDAR PUTRA SUKSES. Sin embargo, a través del chequeo médico no consiguió la admisión, luego le ofrecieron al oficial KHALIFA FIRDAUS AULIA. A partir de ahí el funcionario le proporcionó algunos documentos falsos y la llevaron a Malasia. Allí trabajó como ama de llaves y cuidó de un anciano durante dos años. El 08 de marzo de 2016 Adolfina terminó su contrato y volvió a encontrarse con el agente en Malasia. Un mes más tarde, el 7 de abril de 2016, los padres de Adolfina recibieron una noticia repentina, de uno de los miembros de una agencia en Kupang, de que Adolfina había fallecido, y el agente traería el cadáver de Adolfina al pueblo Kota Foun-Timor. Cuando llegaron a la casa, la familia encontró muchos puntos de sutura en todo su cuerpo. Se notaban las marcas de los puntos desde su cuello hasta al abdomen y la pelvis. Ya no tenía ojos ni la lengua. Los expertos forenses declararon que la muerte de Adolfina fue causada por actos violentos y algunos de sus órganos fueron removidos por personas, posiblemente algunas de las que la reclutaron.
ORACIÓN
Pedimos por las víctimas de la trata de personas, esclavizados de varias maneras, para que sean sanados de las heridas y los sufrimientos ocasionados. Escúchanos oh Dios.
Pedimos por aquellos que trabajan en diversas organizaciones y países a favor de las víctimas de la trata de personas, que puedan ocuparse de ellas con amor, respeto y compasión para restituir su dignidad. Escúchanos oh Dios.
Pedimos por todas las instituciones educativas e internacionales, para que ayuden a crear programas de formación necesarios para la prevención de la trata de personas y para el uso adecuado recursos para ofrecer asistencia a las víctimas. Escúchanos oh Dios.
Dios de Justicia, pedimos por todos los que son esclavizados: los traficantes y abusadores, los encubridores y clientes, los patrones y ‘empleadores’ injustos. Te pedimos que los guíes con tu voz de justicia y conciencia de bondad. Háblales en sus sueños, pensamientos y palabras. Ayúdales a entender sus acciones y reconocer tu gracia. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
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