Clausura del 15º Capítulo General
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30 de enero
El domingo 30 de enero por la mañana, los miembros del Capítulo se reunieron en el auditorio para finalizar las actividades del Capítulo. Cada uno de los grupos de los Continentes presentó un plan de cómo compartir e implementar con las hermanas de sus respectivas provincias y regiones todo lo decidido durante el Capítulo, especialmente las Direcciones Congregacionales.
A continuación, las Capitulares votaron la clausura del 15º Capítulo General, ya que se habían cumplido todas las actividades previstas. A continuación, la Presidenta del Capítulo, la Hna. Maria Theresia Hörnemann, declaró que el Capítulo quedaba clausurado. Todos aplaudieron con gran alegría porque se habían alcanzado todos los objetivos.
Gratitud por la misión cumplida
A pesar de todos los desafíos a los que se enfrentaron, especialmente la preocupación por algunas hermanas que dieron positivo en el test de Covid-19 y debían permanecer aisladas en sus habitaciones, el Capítulo se desarrolló sin problemas y con todos los protocolos sanitarios. Gracias a la tecnología, hasta las que estaban aisladas pudieron participar activamente vía Zoom, incluso en el proceso electivo.
En todas las decisiones tomadas prevaleció el consenso y la gran convergencia. Muchas hermanas expresaron cómo percibieron la acción del Espíritu Santo guiando a las capitulares. La paz de espíritu, la alegría de estar juntas y la gratitud por la experiencia eran palpables.
Antes de finalizar la sesión de clausura, el actual Equipo de Liderazgo Congregacional agradeció, en nombre de todos los miembros del Capítulo, a las personas que contribuyeron a su realización, especialmente a las facilitadoras, las traductoras, las secretarias y el Equipo de Comunicación. También recordaron todos los servicios realizados por las comisiones, los facilitadores de los grupos, la Comunidad del Generalato, los SVD y las SSpS de la Adoración Perpetua, todo el personal de la casa de retiros de Ariccia, y tantas otras personas que directa o indirectamente colaboraron en la realización del Capítulo.
Regresando a casa
En los días siguientes, las hermanas volvieron a sus comunidades en los diferentes países. No hubo posibilidad de ir al Vaticano y encontrarse con el Papa, ni de visitar los hermosos lugares de Roma, ni de recibir invitados… Incluso las llamadas telefónicas estuvieron restringidas durante las 3 semanas de intenso trabajo, oración y discernimiento.
Sin embargo, las hermanas estaban muy contentas y volvieron a sus países con alegría. Una de ellas dijo que hasta las limitaciones derivadas de la pandemia les ayudaron a centrarse más en los temas del Capítulo General y a conseguir un resultado muy bueno en menos tiempo del habitual, teniendo en cuenta que los capítulos generales anteriores duraban al menos un mes.
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